viernes, 7 de marzo de 2014

Marionetos plomíferos.

Todavía en el segundo que saco y ya se me está haciendo eterno, ¡sacre bleu! ¿Quién me mandará meterme en estos fregados?

Curse of the Puppet Master (Puppet Master 6).

Contaban en Viruete.com:

Los “hijos” de madera de Toulon de algún modo han acabado a la venta en el equivalente americano del rastro madrileño, y van a parar a las manos de un profesor que parece salido de una facultad de hispánicas. También parece salido cuando comparte escena con la actriz que hace de su hija universitaria. Padre e hija se encargan de un espectáculo de marionetas en California (pero no en el maldito hotel). Pero el buen profesor esconde un terrible secreto relacionado con experimentos prohibidos y el arte de las marionetas de Toulon. Si con eso todavía no habéis adivinado cuál es la pretendida sorpresa de la película, es que sólo veis documentales de la 2. La portada te cuenta todo, aunque tenga un dibujo feo y algo confuso.

Hasta PM 5, los efectos especiales relacionados con las marionetas corrían a cargo del equipo de David W. Allen, nombre de relevancia en lo que se refiere a stop motion y muñecos en el mundillo del cine. Según tuvieran ganas y presupuesto, la cosa le salía resultona o cutre. Pero tras su marcha, el nivel descendió directamente a “patético”. La espiral de reciclado desemboca por completo en esta sexta entrega: réplicas de baja calidad de las marionetas manejadas con hilos y todas las escenas en las que salen moviéndose están copiadas y pegadas de las películas anteriores. Y si ya os decimos que el proceso de edición y montaje lo hizo un tío en una habitación de hotel en Ohio, él solito con su iBook (Apple es el Satán, siempre lo ha sido) queda demostrado que Full Moon son los padres de Asylum.
  
Al reciclaje técnico se suma el creativo. De nuevo, las marionetas se encargan de matar a cualquiera que ose mirar mal a su dueño o a sus seres queridos. Y una vez más, al final de la película, se vuelven en contra de su amo de alquiler. El resto de la historia recicl… joder, es el argumento de Sssssilbido de muerte (1973) reutilizado, pero cambiando lo de las serpientes por marionetas. El puto colmo ya.

 Lo mejor de la peli, las prospecciones cataplinarias.

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