Vamos con una superporducción nacional, que de super no tiene nada y mas bien tiene bastante de nazional. Un par de críticas de IMDB, me han dejado con la mandíbula desencajada del asombro, vienen a decir (seguramente escritas por el mismo cenutrio) que destila las intenciones por parte del gobierno de Franco de imbuir a la sociedad de entonces valores positivos como la hermandad, el honor, el coraje y el orgullo. Que el espíritu de la película es grandioso... ejem...
Y uno le da a peli, y lo primero que vemos es el perezoso despertar en el campamento, el graciosete de turno con acento andalú nos cuenta que tiene sueño porque anoche ha salido a robar gallinas a los "mojamés", luego ya los legionarios marchan, cantando canoramente y haciendo chistes de negros y suegras . Luego vemos al mismísimo Cid Campeador alistarse a la legión y en nada toca echar unos tragos en la taberna .
Luego entre gestas, saltos y tiritos tendremos a un jodío judío:
¿Cómo no iba a cabrearse el tío Adolfo con esta tropa?
El obligado cante flamenco.
Unos masones conspiradores.
Y el final feliz con la Legión jacarandosamente de nuevo en marcha laminando moritos, despanzurrando mineros revolusionarios o derrocando gobiernos republicanos. ¡Biba!
Hala, a aprender de la vida muchachos, alistaos a la Legión, y de paso veos la ya emulada: A mi la Legión - Cutrefims 1134.mkv
Hay que reconocer que la legion española ha sido mas valorada en el extrangero que en España, solo hay que ver que mientras en jolibu hacian peliculas sobre la legion francesa poniendolos como los mas duros (ver cualquier version de Beau Geste) los fraceses hicieron la pelicula La Bandera (1935) en la que el protagonista se alista en la legion española...
ResponderEliminar"La Bandera", con Jean Gavin de protagonista, es francesa (entre otras cosas) porque está basada en una novela tan gabacha como la peli. Escrita por Pierre Mac Orland (hay edición española reciente).
ResponderEliminarLa peli no está mal (aunque las hay mejores). La francesa, digo.
Eso sí, para mí lo mejor son las escenas barcelonesas. Con bailarinas de pseudo-flamenco desnudas, gayers de los años 30, tabernuchas y tipismo-topicismo para dar y tomar.
Por cierto, tanto la peli como la novela original del Mac Orland sitúan la acción en torno a 1930-31. Y, aunque presentan hechos de armas y combates entre la Legión y los moros rifeños, lo cierto es que en aquel entonces no hubo ningún disturbio en el Marruecos español (que era un destino militar bastante apacible).