miércoles, 12 de noviembre de 2014

Revisitando la casa de los bollicidios.

House of the dead 2.

Pues alguien debió pensar que era una buena idea hacer una secuela de un mocordo estirándolo y estirándolo, y aunque el nombre de Uwe no aparece por ningún lado su espíritu flota sobre las aguas, por ejemplo con el equipo de guionistas, miembros ilustres de la factoría Boll. 

El asunto que nos cuentan va de el enésimo científico majara, que nadie sabe bien para que se dedica a fabricar zombis en lata y los supuestos jovenzuelos universitarios treintañeros que se van convirtiendo en muertos vivientes y a actuar con mas normalidad que cuando eran estudiantines borrachuzos. La unidad patatera de fuerzas especiales de turno es enviada para contener la situación...

Maravíllense de:

Zombis jugando al futbol americano.

Zombi echándose una siesta.

Zombieliebers.

¿Y como es la secuela? Pues sin ser tan pútrida como su antecesora, se nota que es un producto barato, rodado con prisas, sin arte, sin cariño y con cuatro duros. Y a pesar de la mejora se queda en una peli blandengue, aburrida y casposa.

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