Con ustedes dos engendros fílmicos de órdago a la grande.
Sinopsis Battle Royale: Japón, a principios del nuevo milenio. El país del Sol Naciente se ha convertido en un caos violento y ácrata (y si hay algo capaz de producir repulsa al japonés medio es la acracia) a causa del elevadísimo índice de desempleo... ¡un 15%! La principal causa del problema es la revolución generacional: los jóvenes ya no aceptan el mundo adulto, y éste adopta una severa medida para mantenerlos a raya: una nueva ley llamada 'Acta BR'. La ley consiste en elegir a una clase de estudiantes al azar cada año y hacerlos combatir unos contra otros hasta que sólo quede uno.
Sinopsis Battle Royale 2: Tres años después de los sucesos de “Battle Royale”, Shuya Nanahara es un famoso terrorista que está empeñado en derrocar al gobierno. Como respuesta, ellos ordenan la creación del programa “Battle Royale 2” y enviar a una clase de estudiantes de secundaria para buscarlo y matarlo.
Hace ya muchos años, acudí al estreno de "Pulp Fiction" de Tarantino, y caray disfrute la película, me reí, y saliendo de la sala de cine me dije, ay caray este cabrón me ha hecho disfrutar de una carniceria, ¿como es posible? Y antes de llegar a la salida, me autodeclaré enemigo mortal de todo Tarantino, precuelas y secuelas. Este tipo de películas es como digo, una auténtica mierda pinchada en un palo. Casi 5 horas (sumadas las 2) de película donde disfrutar las variopintas muertes de catorceañeros, algunos tan rebeldes que se han llegado a teñir el pelo... y donde la única contención es no pasarse excesivamente en las ¿200? ¿mas? muertes de adolescentes con minifalda y niñatos con acné de estos delirantes trozos de celuloide, para que en Japón no la restringieran como "solo para adultos" (la taquilla adolescente manda).
Pero vayamos a la premisa argumental, Japón, está con un 15% de desempleo, (ay cabrones que suerte, dirían el 95% de los países latinoamericanos por ejemplo) pero no allí significa casi el fin del mundo. Y como la juventud está muy rebeldona, aprueban una ley que por sorteo manda al matadero a una clase de secundaria, donde por un original juego solo puede sobrevivir uno. Así se supone que van a meter en cintura a la juventud rebelde. He leído opiniones que hablan de "critica social", "crítica del sistema educativo", "épica" "intrigante", "poética", "reflexión sobre la violencia", "choque generacional", "amor y amistad entre adolescentes". No os dejéis engañar, una absurda manera de colarnos una matanza y que comamos palomitas con una sonrisa. Alguno dirá, pero es inquietante y hace reflexionar, si es inquietante, pero lo inquietante es que nos traguemos esta basura y con una sensación de estar viendo algo que tiene sentido.
Sigamos con la trama, uno pensaría que forzar a unos adolescentes a matarse y a aprender a manejar todo tipo de armas, lo único que puede producir es "Rambos" y que el mas apto, volverá a la sociedad con ganas de seguir disparando, degollando y destripando. Esa es la lucecita que se le enciende al director en la secuela, y claro en un delirante símil ideológico, los dos supervivientes japonesidos vuelan los rascacielos de Tokio y se van a una isla a esperar a que los cosa a balazos junto con otros adolescentes también "rambizados". Al gobierno le toca las pelotas que le vuelen medio Tokio y para acabar con los terroristas manda otra clase de secundaria para acabar con los terroristas, y de paso enjarretarnos otra masacre adolescente.
Así discurren ambas películas, estallidos de acción brutal, seguidos de dos minutos de pausa para lamentar las muertes de jovencitos que nos es permitido ver como crecen durante 30 segundos como personajes... antes de que se vayan al otro barrio en el siguiente estallido violento, y así una y otra y otra y otra... o como decía mi abuela: "Otra misa sale, y era el mismo fraile." De paso nos muestran que el Afganistan los niños sonrien y según eso, y bueno, agarremos el rábano por las hojas, lancemos unas invectivas anti Estados Unidos, y ya tenemos causa y razón para seguir pegando tiros a mansalva.
Citando una crítica de por ahí (vale para las dos pelis):
"Este aborto argumental sirve de excusa para sumergir al espectador en un crescendo sangriento (cabezas que explotan, cuerpos sacudidos a balazos, yugulares que eyaculan como botellas de champán), en el que el único (y supuesto) interés radica en el morbo de ver las distintas formas en las que van a ir muriendo los cuarenta chicos y en intentar adivinar cómo se las va a arreglar el guionista para dejar con vida a la tierna parejita protagonista, que se ama con una fastidiosa cursilería.
Aún así, a los incondicionales del gore (hay gente para todo), seguramente les defraudará el comedimiento que el director Fukusaku (en la secuela Fukusaku hijo) ha tenido que imponerse en algunas escenas para poder estrenar la película en las salas comerciales. Pero lo peor, lo realmente deplorable, es que Battle Royale se intente vender también como una reflexión sobre los comportamientos humanos en situaciones límite y sobre la violencia en las sociedades contemporáneas, cuando lo único que hace es añadir más basura al estercolero." Se puede añadir que BR 2, tiene mas pecado, el cuadruple de muertos y el cuadruple de aburrida. Porque para mayor desvarío el actor principal, además de pegar saltos y tiros, intenta actuar, y ahí lo jode todo, y el director a su vez intenta dar un discurso ideológico absurdo para dar coherencia a lo que cuenta, y bueno ahí viene el despatarre. Premiada en Sitges 2001, una buena razón para no acercarse a ese festival de cine ni borracho.
Estos no son cutrefilms, no llegan ni por aproximación, no tienen maldita la gracia. Aún así dejaré los enlaces de descarga de emule, por una sola razón, si después de leer esto aún quieres verla, ay amigo no pagues dinero a los que distribuyen esta mierda, al menos que sea gratis.